Francisco Cortijo, médico humanista en la línea de Gregorio Marañón y José Jiménez Díaz (tradición continuada en nuestro ámbito territorial por figuras de la talla de Francisco Layna Serrano y Antonio Herrera Casado), nació y murió en Pastrana (1910-1992) y fue testigo privilegiado -a su escala protagonista- de estos cambios en la provincia de Guadalajara, incluidos el fomento del turismo desde las instituciones del Estado, la construcción o ampliación de varios embalses y la creciente preocupación por la recuperación del patrimonio histórico-artístico (castillos y otros inmuebles, especialmente el arruinado Palacio del Infantado). Nombrado en 1960 cronista oficial de Pastrana, ocupó el puesto de alcalde de la villa desde ese año hasta casi el final del franquismo (logró que el primer Día de la Provincia se celebrara en Pastrana en 1962) y, como diputado provincial, se encargó del área de Beneficencia y Obras Sociales en la nueva corporación constituida en 1967. Hombre culto y activo, vio satisfecha su inquietud por la educación infantil con la inauguración del “mejor grupo escolar de la provincia” (en palabras de Pilar Fernández, en aquel entonces inspectora de Enseñanza Primaria), además de intensificar su labor edilicia con diferentes proyectos propios o alentados por él, como una nueva traída de aguas, pavimentación de calles, reforma del edificio consistorial, construcción de la Casa Sindical y restauración del Palacio Ducal y de los excepcionales tapices de la Colegiata. Académico correspondiente de la de Bellas Artes de San Fernando, presidente de la sección de Historia de la Institución Cultural Marqués de Santillana y Medalla de Plata al Mérito Turístico en 1969, Cela lo describe así en el conocido Viaje a la Alcarria (1946): “Don Paco es un hombre joven, atildado, de sano color y ademán elegante, pensativo y con una sonrisa veladamente, levemente, lejanamente triste”. Entre sus trabajos de investigación, podemos citar El pintor Juan Bautista Mayno y su familia (Patronato Provincial de Cultura de la Diputación de Guadalajara, 1970), “El órgano de la Colegiata de Pastrana” (Wad-Al-Hayara nº 5, Diputación de Guadalajara, 1978), Santa Teresa y Pastrana (Exposición de recuerdos carmelitanos, 1980), Pastrana y su entorno (Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo, 1986), Guadalajara: el último paraíso (Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo, 1986) y “El Desierto de Bolarque y Melisa de Bolarque” (Cuadernos de Etnología de Guadalajara nº 21, Diputación de Guadalajara, 1992).